written by Juan Gustavo Daza Martínez

Todos en algún momento de la vida hemos experimentado miedo para realizar alguna acción fuera de nuestra zona de confort, inseguridad para estar a cargo de una responsabilidad importante, falta de confianza para atrevernos a hacer cosas que, por algún motivo, nuestro cerebro nos dice que no seremos capaces de hacerlo bien. Y es que cuando hablamos del síndrome del impostor lo relacionamos comúnmente dentro de un ambiente laboral o profesional, y si, es donde más fácil se puede identificar, ya sea por la exigencia que requiera una función dentro de una empresa o negocio o simplemente para demostrar una capacidad para desempeñar actividades de valor. Pero la realidad es que este problema es psicológico y lo podemos experimentar en casi cualquier situación de nuestra vida, es más, posiblemente en nuestro día a día como las responsabilidades en casa, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con la pareja y con la sociedad en general.

El síndrome del impostar es la sensación negativa de capacidad propia por realizar las cosas, falta de valor a nuestros aportes, ya sean tangibles o intangibles o que nuestra persona no consigue lo que obtiene por méritos propios.

Esto se basa en las improntas (primaria, somática y última) experimentadas a lo largo de nuestra vida donde cada una de ellas representa algún recuerdo o experiencia que influye en el pensamiento crítico de alguna situación en particular.

Es muy importante identificar las situaciones en las cuales hemos llegado a sentir esa sensación de incapacidad, inseguridad o falta de confianza para realizar alguna acción y preguntarnos si algún recuerdo o experiencia de nuestra vida esta arraigado ese miedo actual.

Todos podemos sentir miedo o inseguridad en cualquier situación de la vida, es un mecanismo humano de autoprotección o seguridad personal que ayuda a no experimentar daños físicos o de cualquier tipo, pero los miedos los que nos dan la confianza personal para enfrentar situaciones que, pensamos, nunca seremos capaces de realizar. Esto, además de la confianza, puede enfrentarse potenciando nuestro desarrollo personal para cualquier situación como hacer deporte para tener mejor rendimiento físico, leer para que el conocimiento sea más amplio, estudiar o desarrollar nuevas habilidades para que nuestras aptitudes sean más competitivas, recibir terapía para ser mejores personas con nosotros mismos, etc.

El síndrome del impostor esta presente en más situaciones de nuestra vida de lo que nosotros podemos llegar a pensar pero lo importante no es que esto no te suceda, sino que se pueda superar de forma eficiente.

"Siempre habrá alguien que dude de ti, solo asegúrate de que esa persona no seas tú"

Enlaces

Platzi - Curso para Superar el Síndrome del Impostor