written by Juan Gustavo Daza Martínez

Estamos a un día para la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Se espera lo que será un gran día para el gobierno actual en nuestro país dado que se dará inicio a uno de los proyecyos más importantes del mismo en su administración, aunque más específicamente del icónico presidente.

Este aeropuerto dará inicio con muchas dudas en sus operaciones, en sus procesos, en su conectividad, en su financiamiento, en sus auditorías recientes, tiene todo menos certeza de que será una solución al congestionamiento y saturación del AICM, pero como estamos hablando de un suceso que ocurre en México, lo anterior no importa, lo que importa no es superar o cumplir las leyes estipuladas, tanto internas como externas, lo que importa y más conveniente es eludirlas y no hacerles caso.

La encuesta "democrática" que en un principio supuestamente dio luz verde a este aeropuerto nos dio a notar que las decisiones e intereses políticos siempre serán la prioridad por sobre los procesos técnicos o el beneficio para industria en sí. Se han obligado a ciertas aerolíneas a operar en este aeropuerto y que supuesta no lo harían por temas operacionales, aún sin saber como se manejará al personal de cada una de éstas. Al final las tres principales aerolíneas mexicanas serán participes de la operación este 21 de marzo: Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus.

Hace unos días, el presidente anunció que se limitarán los permisos en el actual AICM para obligar a que estas sobrecargas de tráfico sean ya trasladadas automáticamente al AIFA y su respaldo sea más solventado. El SENEAM, considerado como uno de los controladores de tráfico aéreo con mayor eficiencia en el mundo, ha propiciado la cancelación de varios vuelos argumentando saturación en el aeropuerto. Al final, todo se ha ido encaminando, con intención, para que el puerto aéreo de Santa Lucía tenga las bases lógicas y sea la alternativa ideal para que el sistema de aeronavegabilidad tenga un mejor desempeño y sea de beneficio total para todo el valle de México.

La realidad es que todo ha sido muy bien trazado para que los intereses públicos se hayan hecho realidad a costa de las opiniones expertas, aún si el proyecto puede resultar positivo para la aviación civil en el corto o tal vez mediano plazo, el futuro es incierto y hasta se podría decir negativo. La poca creatividad y planeación solo desencadenará estancamiento para el país en el sector y con las ideologías que se tienen, no estoy seguro de como se dará vuelta a la situación. La localización es un problema que pudo haber sido común con el que iba a ser el nuevo aeropuerto de Texcoco por la lejanía con la Ciudad de México, pero sin duda alguna éste último tenía el potencial de ser el hub de la región y ser el principal aeropuerto de conexión entre América Latina, América del Norte y Europa.

Pero por el momento podemos precenciar de la inauguración del proyecto que promueve el decrecimiento y estancamiento aéreo.